Este artículo es la continuación de https://com-partiendo.es/amor/tomas-la-tristeza-cuida-tus-emociones-hablan-cuerpo/ una serie de tres artículos, en los que comparto con vosotros qué necesita nuestro cuerpo según la emoción que sintamos. En el primero os contaba la necesidad de amor, reconocimiento y afecto de la que nos habla la emoción de la tristeza.

En el artículo de hoy os hablo de la emoción del miedo, de la necesidad vital que se esconde tras esa emoción: la seguridad.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste miedo?¿qué lo produjo?¿qué hiciste al respecto?

El mayor miedo que sentí en mi vida fue cuando me diagnosticaron la enfermedad de crohn, o incluso antes del diagnóstico.

LA SEGURIDAD: EL BIENESTAR QUE SOLO TU PUEDES DARTE

La seguridad, es la necesidad de una presencia fuerte al lado mío, de una mano sólida con la que puedo contar, la certeza de que no me abandonará…¿Pero que pasa cuando esa presencia desaparece?¿cuándo esa mano me suelta?…¿Qué pasa cuando mi salud es la que me falla?

La seguridad se convierte en la necesidad de comprender el mundo y comprenderse a si mismo, de tener asido el mundo y dominar el porvenir a través de la inteligencia emocional, de tener en mí esos recursos que me hagan sentir seguro. Siempre está en mí solicitar ayuda si lo considero oportuno. Recordemos siempre que no todos sabemos pedir ayuda, y es algo que solo nosotros podemos hacer.

La falta de seguridad (necesidad) se manifiesta fundamentalmente a través del miedo (emoción): “si pierdo el trabajo ¿qué será de mí?”, “si vuelvo a caer enferma ¿quién me cuidará?¿cómo me recuperaré?¿cuándo volveré a ser yo?”; “si cancelo los planes, ¿quién volverá a querer quedar conmigo?…”

¿Cómo solemos resistir a la satisfacción de esta necesidad? La disociación  es el método más empleado: me entreno para no sentir el miedo y llego a decir que no tengo miedo. Porque nos han educado en que en esta vida hay que ser valientes y el miedo es malo. Y por eso tendemos a ocultarlo y por ello lo disfrazamos de “victimismo”, “enfado”, “frustración”, “rabia”…con nosotros mismos o contra los demás; o nos revelamos y nos “castigamos” asumiendo riesgos que nos hagan sentir que controlamos otras situaciones y hacemos deportes de riesgo, o tomamos alcohol, o drogas, o alimentos que sabemos que nos causarán problemas…»Esto no va a poder conmigo»…¿es un pensamiento que resuena en tí?

“LO QUE NIEGAS TE SOMETES, LO QUE ACEPTAS TE TRANSFORMA” Carl Jung

CONSECUENCIAS DE NO TOMAR LA MEDICINA EMOCIONAL QUE NECESITAMOS

El miedo es una valiosísima señal que indica una desproporción entre la amenaza a la que nos enfrentamos y los recursos con que contamos para resolverla. Es la sensación de angustia que se produce ante la percepción de una amenaza. Sin embargo, las amenazas en sí mismas no existen; siempre lo es para alguien y depende de los recursos que ese alguien tenga para enfrentarla.

Una vez que identificamos la emoción, miedo, tenemos que trabajar aún más, ir más allá y pensar qué nos hace sentir, y que más existe ahí dentro: ¿enfado?¿frustración?¿soledad?¿incomprensión?¿victimismo?…

Hecho esto, hemos de pensar si es algo recurrente en mi vida, o algo asociado a un momento actual y concreto…en base a ello sabremos si nuestra emoción de miedo es saludable o no.

TODA EMOCIÓN ES CURATIVA, HAY QUE SABER CÓMO

 Sea la emoción que sea la que sentimos, siempre que la escuchemos, será un aliado, porque nos está hablando de lo que necesitamos en nuestra vida. Una vez que sabes lo que necesitas, ya es tu responsabilidad dártelo o no (beber si tienes sed, comer si tienes hambre, …).

Ya sabemos que el miedo nos habla de amenaza/peligro y nos pide seguridad. Ahora, es importante saber si ese miedo es saludable o “no” saludable.

– Emoción primaria adaptativa o saludable: Son reacciones a algo que está ocurriendo ahora mismo. Es un estado vivo que conduce al cambio. En nuestro caso, cuando nos diagnostican la enfermedad de crohn o colitis ulcerosa, pasar el proceso de duelo, aceptación de la nueva situación, hábitos y adaptación a la nueva vida. No significa que quiera la enfermedad, simplemente aprender a vivir con ella, no sentirme en peligro constante o amenazado. Sentir miedo es sano, porque ante el dolor, vómitos…u otros síntomas nos alerta y eso nos hace acudir al médico. Genial. Evitar entrar en una espiral de miedo-parálisis-tristeza-angustia-recaída-miedo…

– Emoción primaria desadaptativa o no saludable: reflejan un sentimiento de malestar crónico. Emerge cuando tu sistema emocional funciona mal. La persona es incapaz de afrontar y seguir adelante después de una pérdida significativa. En el caso de nuestra salud, no aceptamos nuestra enfermedad inflamatoria intestinal (crohn o colitis ulcerosa). Entramos en la espiral descrita anteriormente. Entraremos en la queja, la preocupación, la tristeza, la búsqueda de ayuda en foros buscando más enfermos con mis mismos miedos…El miedo será el eje de mi vida en todos los ámbitos.

¿Es el miedo una emoción recurrente en tu vida? ¿Aparece en distintas situaciones de tu día a día generándo un desequilibrio emocional?

Si es así, no tienes que preocuparte, lo más difícil acabas de hacerlo, identificarlo. Ahora solo tienes que trabajar para cambiarlo, ¿cómo? Dándote y buscando la seguridad que necesitas.

Recuerda, ante el miedo actúa, usa todos los recursos que hay en tí, y si te faltan fuerzas, pide la ayuda que te de la seguridad que necesitas recuperar!!