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¿Estás preparado para permitírselo y conseguirlo?

Para muchos de nosotros no es ninguna novedad tener una lista interminable de cosas que nos decimos que vamos a cambiar el “año que viene”…y así llevamos ¿Cuántos años?

¿Por qué no lo conseguimos?

Aquellos que tenemos una enfermedad crónica en ocasiones tenemos que vivir con dolor muy frecuentemente, pero también sabemos que hay determinadas cosas que nos ayudan a mejorar. 

Sin embargo hay algo que nos suele pasar a todos, podríamos decir que una “enfermedad común”  (jaja, un poco de humor que siempre viene bien), la amiga pereza. Ese pequeño demonio que aparece para acallar tu pensamiento de ir a caminar, o meditar… o simplemente relajarte con un baño. Sí, también hay gente que por “pereza” no se da un baño relajante.

Pero qué hay detrás de esa pereza que nos impide cumplir con nuestros propósitos de bienestar y salud?.

 

1. Lo primero que has de dedicarte es tiempo.

 

Cuidar de uno mismo y de sus necesidades y propósitos de vida lo requieren.

Si lo vives con culpa por no dedicárselo a otros revisa qué te hace sentir ese miedo: ¿rechazo, falta de reconocimiento, desvalorización, egoísmo? 

No, esto del “egoísmo” es lo que te dices o te han dicho porque tenían ese mismo miedo ha autocuidarse. Si, ese run-run o diálogo interno del que no somos conscientes: nuestros pensamientos. En este caso respecto a “tiempo para mi”, “autocuidado”,  “decir no” … y tantos otros temas sobre los que nos educaron y hablaron y que ahora nos cuesta cambiar en nuestra cabecita, sin sentir emociones de angustia y culpa porque claro…“eso no se hace”, “es egoísta”, “hay que trabajar”, “el ocio es de vagos”..

Detrás de esos pensamientos están las emociones y sentimientos que te llevarán a la famosa “pereza” esa trampa en la que veníamos cayendo todos los años.

Así que cambia esos pensamientos, ponlos en positivo y ponte en marcha!

Ahora sí, si ya tienes claro tu tiempo para ti…”preparados, listos…ya”!!

 

2. Póntelo fácil. Crea una lista de aquello que:

 

  • te gusta pero no haces
  • no te gusta y haces 
  • te gusta y dejaste de hacer
  • no te gusta y no haces (si es honesto sigue así pero se cosnciente)

Prioriza por aquello que más fácil te va a resultar iniciar y ser constante. Y aquí surge tu pregunta “¿Gloria cómo consigo ser constante?

 

3. Piensa en el para qué quieres hacerlo y escríbelo bien grande 

 

Ponlo en un sitio visible, (espejo del baño, puerta de la nevera, espejo de tu cómoda, puerta de tu armario de ropa…llena tu casa de ello, incluso en la pantalla de tu ordenador con un post-it). Esto es el mejor remedio para la pereza de la que hemos empezado hablando.

 

4. Dosificar la exigencia:

Cada paso y avance conseguido es mucho más de lo que habías conseguido hasta ahora. No siempre más es más

 

5. Agradecerte y darte un reconocimento  a TI, a tu autocuidado.

 

Busca aquello con lo que te quieras premiar y concedetelo cada día. Será el refuerzo positivo para ir debilitando aquellos pensamientos que te limitaban (culpa-pereza).

 

6. Háblate con cariño

No te castigues que avivarás tu culpa aquellos días en los que la pereza o los miedos del punto 1 puedan aparecer. 

Tienes derecho a un mal día

Tienes derecho a cambiar un plan por otro si eso te va a hacer sentir mejor

Comprometete contigo mismo a retomarlo y anclalo…

 

7. Motívate, porque tu puedes y tenemos recurso para ello:

Puedes practicar el anclaje emocional a otros momentos en los que hayas hecho esto que te está dando pereza y revivir la emoción de alegría, satisfacción y bienestar que te produjo. 

Tienes videos y post míos sobre cómo hacer un anclaje, si no lo recuerdas escríbeme y te lo mando de nuevo.

 

Por supuesto, puedes pedir ayuda, sentirse acompañado en el camino nos lo hace más llevadero. Ojo! elige un buen acompañante y recuerda:

Pedir ayuda es de inteligentes y valientes: info@com-partiendo.es

 

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