“Cuido mi salud” es algo que solemos decir a menudo, sobre todo cuando somos pacientes de alguna enfermedad crónica.
Ahora te pregunto, ¿Cuidas tu salud? ¿Seguro?
La salud no es sólo acudir a las citas médicas, tomar la medicación, cuidar la alimentación, hacer algo de ejercicio…nos quedamos siempre en la salud como algo físico; solemos olvidarnos de la parte más importante para que nuestro físico, nuestro cuerpo, tenga la gasolina que necesita: la salud emocional.
¿Cada cuántos kilómetros cambias las ruedas a tu coche? ¿o le cambias el aceite? y lo más importante ¿cómo sabes que tienes que hacerlo, que “le toca”? y más importante aún PARA QUÉ cuidas el buen estado de tu coche…
Igual podría preguntarte ¿cada cuanto comes al día?¿cómo sabes que tienes que comer? ¿PARA QUÉ comes?
Pues piensa a ver, ¿cada cuanto haces una revisión de tu estado emocional?
¿Sabes identificar las emociones que sientes cada vez que dices cosas como: “no puedo más”, “no voy a conseguirlo”, “ya no confío”, “estoy que exploto”, “no puedo ni verlo”, “solo de pensarlo me pongo malo”…?
Las emociones van creando en cualquier persona, sana físicamente o con cualquier enfermedad, sentimientos en muchas ocasiones tóxicos si no sabemos gestionarlos y desahogarlos, si no pasamos nuestra propia ITV emocional.
Piensa la última vez que tuviste un pensamiento-sentimiento tóxico, cuánto tiempo lo alimentaste y sobretodo, CÓMO LA EMOCIÓN NO GESTIONADA que había detrás REPERCUTIÓ EN TU SALUD (dolor cervical, lumbar, presión en el pecho, cefalea, un dolor más agudo de tu estómago, o intestino, diarrea…).
La gestión emocional es necesaria para una vida sana y desde luego para una vida más saludable para todos aquellos que somos pacientes de enfermedades crónicas.
Si después de leer esto y haber hecho esa breve reflexión sientes que te pasa a menudo, no lo dudes, necesitas tu proceso de gestión emocional. ¿PARA QUÉ? Para tu salud, tu bienestar y el de los tuyos.
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