Cómo afecta a nuestra salud el buscar cubrir las expectativas de los demás.

“Tengo que estar a la altura”, nos decimos muchas veces…

Ahora te hago estas preguntas:

  1. ¿Quién te dijo eso?
  2. ¿Qué altura te marcó?¿Estás cómodo con ella?
  3. ¿Cuándo llegarás a satisfacerla?
  4. ¿Qué es para TI, “estar a la altura”?
  5. ¿Lo vives como una exigencia, duro, sacrificio, costoso…?
  6. ¿Cuándo sabes que has estado a la altura?
  7. ¿Qué sientes en tu cuerpo cada vez que piensas-sientes “tengo que estar a la altura”?
  8. ¿Se resiente tu salud?¿Durante cuánto tiempo…?

Quizás sea el momento ideal para dejar de “tener que estar a la altura” que otros esperan de ti, y comenzar a “disfrutar de aquello que hago lo mejor que puedo en cada momento”.

Conocer las capacidades físicas y emocionales que tenemos en nuestro día a día, cuerpo y mente, nos permitirán sentirnos PLENOS, a nuestra altura, satisfechos, con nuestra estima en equilibrio y con nuestra salud física y emocional en equilibrio.

TODOS, pacientes crónicos y no pacientes, tenemos unas capacidades y recursos en nuestra vida, los nuestros, los de cada uno, no los que los demás nos quieran hacer creer, incluso con la mejor de sus intenciones: “tienes que hacer deporte todos los días, lo digo por tu bien”, “no contestes así, que no digan que eres…”, “estudia mucho para ser la mejor”, …

Cuantos “tengo que…” cuantas creencias que me limitan u obligan a una exigencia que no puedo y no quiero en mi vida. Y “trago” con ello, por no decepcionar, por estar a “esa altura”…y al final ¿?

¿Cómo me siento yo? ¿Qué quiero yo?¿cómo se resiente mi salud?¿cómo responde mi enfermedad ante una situación o acción que realizo sintiendo que no es lo que yo quiero?

Esto es lo que realmente has de saber-pensar-hacer, es lo que llamamos COHERENCIA