Todos los sanitarios y trabajadores del sector salud (enfermería, auxiliares, celadores, intensivistas, limpiadores, administrativos…) se han convertido en los héroes de nuestra sociedad durante esta crisis sanitaria mundial que estamos viviendo. Pero qué pasa con estos héroes cuando llegan a casa…y ¿cuándo pase todo esto?
Por todos es sabido que en el mundo del coaching hablamos mucho de “salir de la zona de confort” y que para ello es necesario estar dotados de los recursos suficientes, de todos, para sentir la seguridad de dar el paso.
Aquí ha sucedido algo que puede ser traumático, sí, la palabra suena dura pero es así; “se denomina trauma psíquico o trauma psicológico tanto a un evento que amenaza profundamente el bienestar o la vida de un individuo, como a la consecuencia de ese evento en el aparato, estructura mental o vida emocional del mismo.”
Ellos, nuestros sanitarios, han sido “empujados” por el coronavirus a salir fuera de su área de confort sin contar con los recursos y medios que les proporcionaran seguridad para ello:
– Recursos materiales que por todos es sabido (mascarillas, gafas, batas, respiradores…);
– Recursos emocionales para gestionar esa crisis, esa situación inesperada y tan dura. “La gestión emocional” tan necesaria en nuestro día a día. Y sí, claro que están acostumbrados a salvar vidas, pero con recursos, sabiendo casi siempre a lo que se enfrentan y haciendolo de forma no masiva.
Sin embargo, esta pandemia del covid19 da otra dimensión a todo, vulnera la salud de TODOS. La de todos esos pacientes a los que tratan de salvar, a los que ya han salvado, a los que no han podido salvar…La de ellos mismos y sus compañeros que también han sido contagiados; la de sus propias familias cuando llegan a casa después de esas largas guardias con la duda de si pueden contagiarles…
Una situación que ha desbordado a los hospitales como espacio físico, teniendo que montarse hospitales de campaña, medicalizarse hoteles, polideportivos… algo que abruma a todos, por muchos años que lleven en el sector salud. Centenares de personas asistiendo diariamente y dependiendo de ellos…
Siempre hemos dicho que la profesión de enfermería, el cuidado de los demás en general, es una profesión vocacional y así lo están demostrando. Esa motivación y pasión por su trabajo es lo que ahora mismo les mueve, la “emoción, es energía en movimiento”. Ellos, sus mentes, están en estado de alerta. Su cortisol se ha disparado tanto que ahora mismo están en modo “supervivencia” dando todo por y para nosotros; a medida que vayan pasando el tiempo y vaya llegando la normalidad, ese cortisol, adreanalina…irán bajando y, la tristeza, la ansiedad, el miedo, todas esas emociones a las que no han tenido tiempo de atender ahora, aparecerán.
Cuando puedan relajarse y el cansancio físico no lo palien las horas de descanso y sueño, porque no será solo su cuerpo quien esté agotado, será su mente, su estado emocional el que aparezca con fuerza, cuando puedan quitarse esa capa de “héroe” que no pidieron, sino que les fue impuesta.
Ahí, justo ahí, es donde van a seguir necesitando ese aplauso, ese apoyo que les hemos dado hasta ahora, para que les reconforte y sepan que es normal sentir esas emociones, que les hace aún más humanos, y que “sólo” hay que gestionarlas para seguir …
Será el momento de cuidar a quienes nos han cuidado.
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